Carta para los padres de Primaria/Infantil (genérica)

Estimadas Familias:

Mi nombre es ……………………………. y soy maestro de Educación …………………… Durante este pasado curso 2010-2011 he ejercido en el centro …………………… Esta carta la escribo a título exclusivamente personal con el ánimo de informarles acerca de la situación actual de la Enseñanza Pública en la Comunidad de Madrid y con la intención de buscar su apoyo y su mayor implicación posible. Cuando menos, su apoyo moral y su comprensión hacia la cosa de la Enseñanza Pública (con mayúsculas) y hacia quienes la hacemos posible con lo mejor de nosotros.

No es habitual que los docentes seamos tan directos en cuestiones como éstas, pero creo que la gravedad de la situación lo merece. También quiero dejar claro que esta carta no pretende hablar de política sino de Educación; aunque, por desgracia, la primera influye fuertemente sobre la segunda, así que probablemente sea imposible evitar una reflexión en este sentido; si bien dicha reflexión la dejo para el lector, ya que no me corresponde a mí hacerla. Yo me limitaré a exponer unos datos objetivos, si me lo permiten.

El 4 de julio de 2011, coincidiendo casualmente con el periodo estival y cuando los centros educativos están prácticamente vacíos y, por tanto, sin forma de contacto directa con las familias, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid ha dictado unas instrucciones dirigidas a los centros públicos (no concertados ni privados) que suponen un recorte sangrante de plantilla. Un recorte difícil de cuantificar, pero la mayoría de los equipos directivos de los centros lo han calculado en torno al 15%. Esto significa que un instituto medio perderá 10-12 profesores de distintas materias. Es una barbaridad. Dicho recorte (que hay que unirlo a otro similar producido en el curso anterior y gracias al cual la plantilla general de docentes ya se redujo en más de 2000 compañeros) se traducirá en algunos aspecto básicos de la Educación Secundaria Obligatoria Bachillerato y la Educación Primaria.

Aunque las instrucciones de las que estamos hablando afectan en especial a la Educación Secundaria y Bachillerato (junto con nuestros compañeros de Escuelas Oficiales de Idiomas, Formación Profesional y Artes Plásticas), los recortes son brutales en todas las etapas educativas. Son verdaderamente flagrantes en los centros de Infantil y Primaria:
• Los ratios de alumnos por clase son desorbitados. Actualmente son de 25 alumnos por clase, pero con la obligatoriedad de acoger hasta 29 antes e desdoblar el grupo Esto es especialmente preocupante en las aulas de Infantil, donde los docentes deberían tener grupos de alumnos mucho más reducidos por razones obvias.
• La atención a la diversidad (tan importante en etapas tempranas como el alumnado que nos ocupa) está bajo mínimos y al borde de la extinción. En todos los centros, sin excepción, faltan apoyos, algo básico en esta etapa educativa, faltan especialistas (Psicoterapeutas, maestros de Audición y Lenguaje, profesores de psicomotricidad etc) Por no hablar de la reducción extrema de planes como la Compensatoria educativa para alumnos con necesidades educativas especiales y refuerzos.
• Falta de medios materiales y de recursos en las aulas de Infantil y Primaria, así como de espacios necesarios para el desarrollo del alumnado más joven.
• Los colegios están masificados ya que la Consejería pone mil y una trabas para la creación de nuevos centros públicos en todos los barrios. Y eso que la matrícula en centros públicos está subiendo paulatinamente en los últimos años.


Estos recortes ya están aprobados de forma unilateral por parte de la Consejería (sin previa consulta o negociación con los centros ni con los mediadores sindicales), así que sólo cabe pedir que sean retirados.

¿A quién afectan las medidas dictadas por la Consejería? Al menos:

• A los alumnos, que reciben una peor formación como estudiantes y como personas.
• A las familias, que verán cómo el tiempo de que disponemos los profesores para atenderles se reduce (¬todavía más¬ del que ya se redujo el curso pasado).
• A los profesores que actualmente conservan su trabajo, ya que, además de soportar una reducción previa de sueldo del 7%, soportan también un aumento en la carga de trabajo de más del 10%. En estas circunstancias no es posible trabajar con calidad en un ámbito en el que cada detalle cuenta.
• A los profesores que pierden su trabajo, que son, por ahora, los interinos. En realidad, esto supone una doble amoralidad, cuando menos: haber tenido trabajando como eventuales a miles de personas de forma continuada sin un contrato fijo y despedir ahora de golpe a 3.000 personas sin convocar un ERE (una cifra que hay que unir a la de los 2.200 despedidos el año pasado).
• A la sociedad, que pagará las consecuencias de la mala formación de los futuros trabajadores que deben levantar y mantener el país. El impacto de un curso desaprovechado se arrastra durante todos los estudios, igual que cuando un chico pincha en una asignatura un año en concreto y cuesta tanto recuperar el nivel en próximos años.

Esto se suma, además, a demasiados años de dejadez y abandono de los medios materiales, sistemas audiovisuales, salas de ordenadores, sistemas de calefacción, aire acondicionado (donde lo hay), internet…

El motivo que esgrime la Consejería es la necesidad de ahorro por la crisis. Bien. En primer lugar, ahorro se lleva haciendo desde hace mucho tiempo por cuestiones como las enunciadas arriba. A este ahorro se suma, además, la bajada de sueldo conjunta de Gobierno Central y Autonómico. En segundo lugar, paralelamente a estos recortes, valorados por la propia Consejera de Educación en 60 millones de euros, se están implantando ventajas fiscales para quienes estudian en centros privados que cuestan en torno a los 74 millones a la Comunidad (según datos publicados recientemente en toda la prensa de Madrid). Muchos pensamos que este dinero está mejor en lo Público, ya que además se da la circunstancia de que las familias con problemas económicos derivados de la tan citada crisis tendrán mayoritariamente a sus hijos en la escuela Pública.

Por otro lado, la Consejería se ha dedicado a difamar datos sobre las horas de trabajo de los Profesores en los que sólo habla de las horas de docencia directa, es decir, las horas que estamos físicamente delante de los alumnos. Sin embargo, hay muchas otras tareas igualmente importantes que es necesario realizar, y no solo la preparación de las clases sino muchas otras actividades complementarias que están perfectamente estipuladas en los horarios individuales de cada maestro. En definitiva, esto es como si contáramos las horas que trabaja la Consejera de Educación en función del tiempo que está sentada en su escaño.

Todo esto desmotiva y mina enormemente el ánimo de los profesores y maestros, que no dejamos de ser personas, y desvía nuestra atención y nuestros esfuerzos de lo que es importante de verdad, que no es otra cosa que educar y formar a su hijo y a sus compañeros.

Ante esta situación los docentes nos estamos organizando para luchar contra estos despropósitos. Dadas las fechas, es muy difícil realizar acciones concretas. Una de las opciones que se baraja con más fuerza es la de la huelga indefinida a partir del 1 de septiembre o a partir del primer día de clase. Estoy seguro de poder decir en nombre de todos que sentimos sinceramente tener que recurrir a esta situación por los perjuicios que ocasionará pero lo creemos desgraciadamente necesario en el contexto actual. Estamos mirando a medio y largo plazo y luchando por el futuro de la Educación Pública y de nuestros alumnos. Esperamos que lo entiendan.

En esta situación esperamos contar con su apoyo, y este es el principal objetivo de esta carta. Está en juego la educación de sus hijos, que están siendo ninguneados por la Consejería, con el agravante de que a los alumnos de la enseñanza concertada y privada no les afectan los recortes.

Los profesores necesitamos sentirnos apoyados por los padres y alumnos, verdaderos protagonistas del sistema educativo. Ante esta petición, por favor ignoren la imagen que puedan tener de los pocos profesores y maestros no válidos que puedan haberse encontrado. Tengan por seguro que en la Educación Pública de la Comunidad de Madrid, la enorme mayoría de profesionales son personas implicadas que se dejan la piel por los alumnos. Pero, así, en estas condiciones, nos ponen en una situación insostenible.

Estamos convencidos de que si estas movilizaciones tienen el apoyo de las familias, la Consejería va a tener que rectificar en muy poco tiempo y se podrán reanudar las clases pronto. Es más, estoy seguro de que, una vez resuelta la situación muchos profesores lo daremos todo para recuperar el tiempo perdido. Yo el primero.

También les animo a realizar por su propio interés, apoyen o no nuestras movilizaciones, la mayor cantidad posible de las siguientes acciones (o al menos una):
• Pidan explicaciones a la Dirección de los centros. Algunos han protestado enérgicamente. Otros, no tanto. Infórmense de qué ha hecho su centro al respecto y pongan una queja allí mismo si no parece suficiente.
• Pidan explicaciones e interpongan una reclamación por escrito en la Inspección Educativa. Todos los días hay un inspector de guardia con el que se puede hablar sin ningún problema ni implicación posterior. Están para atender a profesores, familias, etc. Los inspectores están en las Direcciones de Área Territoriales. Hay cinco: Norte, Sur, Este, Oeste y Capital. Infórmense de cuál es la que corresponde a su centro. Podrán encontrar fácilmente las direcciones y teléfonos en Google buscando “DAT Madrid Oeste”, por ejemplo.
• Pidan explicaciones y pongan una queja por escrito en la Consejería de Educación. También deben atenderles.
• Pidan explicaciones y pongan una queja por escrito en el 012, teléfono de la Comunidad de Madrid. Si tienen tarifa plana pueden llamar gratis al 915804260 –es lo mismo–. Marquen la opción 4: Educación.
• Pongan un escrito genérico quejándose de los aspectos que más les preocupen en cualquier “oficina de registro de la Comunidad de Madrid”. Busquen ese literal en Google: en el primer resultado de la búsqueda está el buscador de oficinas. En el segundo está el listado completo.
• Coordinen sus acciones con la AMPA. La del Blas de Otero, entre muchas otras, ya se está moviendo: ampaiesblasdeotero.wordpress.com
( Realizar las quejas por escrito es MUY importante, ya que lo verbal no consta en ningún sitio y se toma más a la ligera. No hace falta saber redactar como Cervantes: palabras llanas y claras son perfectas para hacerse entender. Pidan explicaciones y quéjense de la situación. Tienen todo el derecho del mundo y también el deber, si me lo permiten, ya que la Educación Pública es de todos: profesores, alumnos y familias.

No dejen de quejarse por pensar que no vale de nada. Les seguro que su participación es importantísima. Probablemente muchos de quienes reciban esta carta se preocupen por el asunto y empaticen con el profesorado. Eso ya es mucho. Pero si un pequeño porcentaje de las familias se presenta en la Consejería de Educación a pedir explicaciones, esta carta habrá triunfado. Formen parte de ese 1%, ó 10%, o, quién sabe, de esa mayoría que al menos pide explicaciones, y siéntanse orgullosos de haber puesto su granito de arena para el futuro de sus hijos.

Pueden contactar conmigo para cualquier cuestión en la siguiente dirección de correo electrónico: __________________@_________. Estaré encantado de saber que han leído esta carta con interés.

Siéntanse libres de reenviar o fotocopiar esta carta a todas las familias interesadas en la Pública, de la guardería a la universidad. Es más, háganlo por favor.

Para información y noticias, googleen “recortes huelga educación madrid”.

Para terminar, quiero darles las gracias por tomarse el tiempo de leer este escrito y reitero mi malestar por las molestias que las movilizaciones puedan ocasionarles. Espero que entiendan su necesidad y se unan para que estos injustos recortes duren lo menos posible.

Reciban un afectuoso saludo,



Fdo.: __________________________





Y usted: padre, madre, profesor/a, alumno/a, ahora que lo sabe ¿Qué va a hacer?”