sábado, 20 de agosto de 2011

Desánimo momentáneo

Tantos días para pensar, tantos días para ver lo que está sucediendo, dan para mucho, hasta para el desánimo y el desaliento.

Me explico: me encuentro en twitter un mensaje que me remite a esta magnífico blog de Fernando (juro que me compro el libro cuando vuelva a Madrid, aunque mucho me temo que me va a deprimir más que otra cosa, porque ya sólo en el previo, que voy a reproducir, veo reflejada parte de la sintomatología de mi centro).

Llegué al Darío huyendo del IES Espronceda, mi centro anterior. Se trataba de un instituto bastante conflictivo controlado por un ejército de dinosaurios que habían elegido aquel destino por el simple hecho de que se encontraba cerca de sus domicilios. Prácticamente nadie estaba a gusto con el tipo de alumnado que atraía el centro —en su mayoría, inmigrantes recién llegados al país que apenas hablaban castellano—, pero los miembros del claustro tampoco pretendían cambiar ni mejorar la situación de esos chicos. (...) En mi caso, aterricé en el Espronceda porque deseaba afrontar ese tipo de situaciones. Necesitaba ponerme a prueba y demostrarme que mi labor como orientadora podía ser realmente útil ante un alumnado así.

Sin embargo, mi problema jamás fueron los chicos —al revés, agradecían con enorme cariño cualquier muestra de interés por mi parte—, sino mis compañeros. En cuanto llegué allí me di de bruces con un claustro que no estaba dispuesto a permitir ninguna injerencia por parte del departamento de Orientación. Ellos no querían salvar a los chicos de su fracaso, sino perpetuarlos en él para que abandonasen el centro cuanto antes. (...) Mi trabajo, sin embargo, consistía en todo lo contrario, así que el resultado de esa enorme tensión fue un año de intenso mobbing que me hizo pedir mi actual comisión de servicio en el Darío.

Mayte T.F., orientadora del IES Rubén Darío

LA EDAD DE LA IRA (Ed. Espasa)

Fernando J. López


Ya sólo pensar en mi IES me da grima. Sé que va a ser un año especialmente difícil y que me va a costar más de un berrinche. Es lo que tiene tener tan clara la solución a un problema, y no poder hacer nada por cambiar las cosas.

El post nos remite a este artículo de El Páis, de hoy mismo:

Los directores ganan autoridad para sancionar a los profesores.

Andalucía, Cataluña y Madrid refuerzan la autonomía de los equipos directivos de colegios e institutos - Es una de las armas para luchar contra el fracaso escolar.


A ver, ¿quién es este/estos listillo/s que sabe/n tanto de educación? Porque está claro que está reflejando una opinión personal (en ningún momento del artículo se cita cómo va a mejorar el fracaso esta medida). Como bien dice Fernando, estamos TODOS bajo sospecha. Ahora resultará que la culpa de que a un niño no le entren bien los circuitos mixtos, por poner un ejemplo de mi especialidad, la tiene el que yo pudiera faltar cuando vimos el bloque de materiales de uso técnico... ¡Venga, hombre!

Es cierto que en Madrid esta medida se viene aplicando desde hace uno o dos cursos, y lo único que ha generado es más despotismo entre algunos equipos directivos, que si quieren pasan por alto las faltas de los acólitos, pero te pueden sancionar por no haber llevado un justificante que no te han pedido. Creo que los equipos directivos están para otras cosas: procurar un clima de orden y agradable para la enseñanza, básicamente. Pero bueno, este tema daría para un análisis clínico de lo que es ser un buen director. Yo, por fortuna, he vivido la experiencia de conocer a un grandísimo director y de sufrir a la antítesis del arte directivo, así que no puedo dar una definición exacta, pero me hago a la idea de lo que quiero y no quiero en un director. Totalismos y absolutarismos nunca fueron buenos.

Pero me gustaría que los autores del artículo explicaran exáctamente cómo se mejora el fracaso escolar con esta medida. Es lo primero que dicen, pero lo primero también que olvidan justificar. Está claro que no tienen ni idea de lo que están hablando (por otro lado normal, son periodistas) y sólo van al sensacionalismo, tan de moda en la prensa desde hace ya demasiado tiempo. La opinión que vierte FEDADI en l artículo dice mucho de la calidad del director que habla: si tan preocupados están por sancionar, que hagan bien su trabajo, para empezar, pero supongo que un director, bien pagadísimo por la adminstración, tendrá cosas más importantes que hacer. No quisiera estar en el centro que dirija este ser. Tiene toda la pinta de coincidir con lo que retrata Fernando.

A lo que voy, que me ando por las ramas, termina el artículo diciendo "En esa misma línea se mueven otras iniciativas emprendidas por esa comunidad, como que sean los directores quienes se encarguen de gestionar las bajas de los docentes que imparten clase en sus centros".

Quiero aclarar el tema de la gestión de las bajas que se cita al final del artículo. Una vez más se olvidan de explicar en qué consiste gestionar. Cada vez que leo esta palabra en un ámbito educativo la odio más. Primero porque en esta profesión no se gestiona nada: se educa, se tramita, se decide... No se gestiona, porque eso lo hacen las empresas, que manejan mercancías. Nosotros trabajamos con personas: compañeros, alumnos, padres... Ahora bien, es cierto que muchos directores gestionan personas como bultos.

De esta Gestión tan magníficamente considerada por los autores del artículo, cuando uno sabe la verdad de cómo funciona, da vergüenza ajena y hasta deprime. Más o menos es así: cada centro dispone de una cantidad X de horas de ausencia de profesores (por faltas o bajas, da igual el motivo). Cada vez que a un centro falta un profesor, el director decide si pide sustituto o no. Está claro que por un día de falta no va a pedir un sustituto, pero si hay alguien de baja, tendrá que hacerlo.

El problema reside en que si gasta demasiadas horas, pronto alcanzará la cantidad X, y si vuelve a tener profesores de baja, una vez superada X, ya no podrá pedir sustitutos. Eso origina que quien regatee con la educación que reciben los alumnos, ni más ni menos, sea el Director. ¿De esto no tiene nada que decir FEDADI?

Bueno, esto podría indignar más que desanimar. El problema también viene de Facebook, donde algun@s puede que hayáis visto una "discusión" en uno de los grupos de docentes con un representante sindical. El tío/la tía (hay que ser políticamente correcto) está empeñad@ en pedir ahora por todos los males del sector público y en mandar a la porra el concordato (que parece ser se ha renovado por toda la cara, sin siquiera llevarlo al congreso, por lo que ha dicho G. Llamazares en su twitter: ¡bendita visita del Papa!).

Poco más o menos el mensaje de esta persona es que pidamos en favor de lo público porque por donde nos lleva este gobierno nos van a privatizar hasta a los niños. Yo entiendo que los sindicatos tengan sus tendencias políticas, pero que no nos usen como arma. Somos nosotros, y sólo nosotros, como sector, los que hemos decidido levantarnos y SU OBLIGACIÓN es defendernos a nosotros, que para eso les hemos elegido. Por eso quiero que cada uno de vosotros, durante las manifestaciones, estéis atentos a lo que os rodea: no permitamos que los sindicatos nos usen para sus luchas, nosotros estamos en la nuestra.

Para colmo del desánimo, nada como que te intenten mentir descaradamente, y eso es lo que hace el PP en esta página. De veras, debería haber alguien, que al menos, pudiera acercarse a ellos publicamente y decirles : olvidásteis poner cómo mejora la educación cuando dejas a 5000 interinos sin trabajo y a 1200 funcionarios sustituyendo. A ver si así al menos se les pone la cara un poquito ruborizada de la Vergüenza, suponiendo que sepan quién es esa señora...

Y ya si os narro mi discusión entre un grupo de funcionarios de diversas administraciones diciendo que sobran funcionarios (de acuerdo más o menos a lo que dijo G. Pons) y muchos cargos políticos, pero que funcionarios hay muchos y muy vagos... El corporativismo es malo, desde luego, pero que hasta dentro creamos las mentiras que vierten algunos sectores... En todas partes hay gente escaquis, hasta en la empresa privada. Y sí, ficharán y todo lo que tu quieras, pero dependiendo de la empresa, también los hay que se escapan por la escalera de incendios a fumar...

Quizás tanta discusión, virtual o no, no es buena. Todos sabemos que una manzana podrida puede acabar con todo el cesto, pero no es cuestión de fumigar, sino de sanear la manzana o apartarla.

Por todo esto y por más, como dicen por ahí ¡HUELGA, HUELGA Y HUELGA!. De veras, el día que le hagan caso a los que trabajamos desde dentro para mejorar el fracaso escolar, ¿qué van a hacer cuando no haya? Se van a aburrir sin nada que hacer... ah, será por eso que siempre lo empeoran...

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