El Gobierno regional ha encontrado una salida a la crisis en la construcción favoreciendo la entrada de empresas privadas en el sector educativo subvencionado. Según denuncia el sindicato FETE-UGT, una de los beneficiarias de este modelo implantado en Madrid es GECESA, firma relacionada con el grupo hostelero de Arturo Fernández, presidente de la CEIM, que ya ha abierto cinco grandes centros en la región. Otra es ALFEDEL SL, promotora de cooperativas con sede en Valdemoro y registrada legalmente para desarrollar una actividad “de consulta y asesoramiento sobre dirección y gestión empresarial”, que ya tiene proyectada la construcción de 18 centros educativos en la región.

El Ejecutivo de Aguirre está realizando concesiones de terrenos a estas empresas por periodos de 50 a 75 años y a precios que oscilan entre los 5.000 y los 6.000 euros anuales, según cuenta a Estrella Digital Eduardo Sabina, responsable de Acción Social de FETE-UGT Madrid. En un informe publicado por este sindicato, se afirma que entre ambas firmas superan los 400 millones de euros de inversión. Y añaden que “esta situación es crítica en la educación infantil de 0 a 3 años, donde la gestión pública apenas llega al 18%”.

Este modelo, que debería suponer un ahorro para la Administración, al no asumir los gastos de la construcción ni del mantenimiento de los edificios, se está convirtiendo en un negocio redondo para empresarios cercanos a la presidenta. Según estimaciones realizadas por el sindicato, los nuevos centros se están construyendo sobre parcelas cedidas casi gratuitamente por la Comunidad de Madrid. “Ceden el suelo, te ponen el cliente gracias a las viviendas que han sido construidas en los alrededores y les pagan a los profesores mediante la regulación del concierto educativo. Las concesionarias gestionan el centro y exigen cuotas al alumnado para que el negocio sea rentable. Es un modelo perverso”, relata Eduardo Sabina.

Hasta ahora, el Gobierno autonómico ha transferido 180.000 metros cuadrados de suelo para la construcción de edificios y ha renunciado a la gestión administrativa de los nuevos centros. “Tiene que haber oferta para todos”, afirmó recientemente en la Asamblea de Madrid la consejera de Educación, Lucía Figar. Sin embargo, sindicatos, oposición, asociaciones de padres e incluso algunos colegios concertados consideran que este sistema "favorece el negocio de unos pocos con el dinero de todos".

Reducto de marginados

El balance anual sobre la enseñanza en Madrid no puede ser más desalentador. La educación pública se muere en la Comunidad. La política implantada por el Gobierno de Esperanza Aguirre favorece la matriculación de alumnos en centros privados y concertados. Organizaciones sindicales como UGT y CCOO y asociaciones de padres consideran que el sistema de financiación educativa del Ejecutivo regional “terminará convirtiendo a la enseñanza publica en un reducto de marginados”. Los centros privados y concertados han absorbido este curso a 441.091 alumnos, el 46% de escolares matriculados, cinco puntos más que en 2000. Sólo la crisis económica y la segregación étnica practicada por algunos colegios privados han sostenido los índices de matriculación pública en unos limites “tolerables”.

Con estos datos, Madrid asciende a la segunda posición del ranking nacional de enseñanza privada y concertada, según datos del Ministerio de Educación. Sólo el País Vasco le supera. El Gobierno regional defiende el respaldo de su modelo como una forma de garantizar la libertad de elección de los padres.

En la región hay 580 colegios concertados, 1.113 privados y 1.646 públicos. Este año se ha incrementado un 6% el número de aulas concertadas (750), ha disminuido un 21,6% la inversión en infraestructuras y un 5%, los fondos para gestión administrativa. El gasto anual medio en la enseñanza pública asciende a 658 euros, frente a los 1.433 euros de la concertada, según los últimos datos publicados por el INE. Y eso aunque ambos modelos son gratuitos por ley y los dos se sostienen con fondos públicos.

En peor situación se encuentran la escuelas infantiles. El 61,54% del alumnado está matriculado en centros de titularidad privada y el 38,46%, en centros públicos. En un informe sobre educación infantil, FETE-UGT denuncia que “la mayor parte del alumnado en esta etapa está sujeto a unas tarifas de escolarización sin control alguno”. La gestión pública en esta fase educativa llega solo al 18%. La última escuela infantil pública creada se remonta al último Gobierno socialista de la Comunidad, hace más de 16 años.

Durante los Gobiernos del PP, solo se han construido escuelas infantiles de titularidad pública pero con gestión privada. Asimismo, según indica FETE-UGT en su estudio, “dos de los centros públicos han sido reconvertidos para ser gestionados por empresas privadas”.

Y sobre estas escuelas, ya sabemos como ha acabado el tema de la gestión de EULEN en la escuela de Infantil Platero, en Meco:

Diario de Alcalá, edición Meco.

Padres de Meco se oponen al cambio de gestión de la Escuela Infantil.

Redacción - miércoles 8 de junio de 2011 a las 10:12 horas

La Comunidad de Madrid adjudica el centro escolar a quien sólo ganó en la oferta económica.

¿Se imaginan ir a una entrevista de trabajo y que le digan que no es apto para el puesto... pero que el puesto es suyo porque sus pretensiones salariales son las más bajas de entre los aspirantes? Pues eso es justamente lo que ha hecho la Comunidad de Madrid a la hora de adjudicar la gestión de un centro educativo en Meco donde acuden 147 niños de 0 a 6 años. Mañana por la tarde, en la plaza del Ayuntamiento, cacerolada de los padres al canto.

La escuela pública infantil Platero es toda una institución en el pueblo. Casi dos décadas educando (que no guardando) niños. Por ella han pasado distintas generaciones de mequeros. Muchos de los que llevaban babi en los 90 ahora traen a sus enanos al mismo cole. Por lo menos hasta ahora. Porque se están pensando romper la tradición familiar.

La semana pasada se enteraron de que la Asociación Pablo Montesinos, que lleva 17 años gestionando el centro —con el aprobado general de los padres—, será sustituida, a partir del próximo curso, por Eulen, ganadora del concurso público convocado por la Consejería de Educación.

CERO EN INGLÉS. Eulen ganó la puja con una puntuación de 61,67 puntos, frente a los 58,48 conseguidos por los actuales gestores. Son sólo tres puntos de diferencia que, escrutando la letra pequeña, esconden una gran distancia desde el punto de vista de la filosofía que se presume para todo centro escolar: En el Proyecto Educativo y Organizativo, Eulen obtuvo 10 puntos sobre 35; Pablo Montesinos, 30. En el Proyecto de Aproximación al Inglés, el ganador logró un cero sobre 10, frente al notable alto (8) de los actuales gestores. Los nuevos consiguieron, por su parte, un 5 sobre 10 en el capítulo de Personal, frente al 10/10 de Pablo Montesinos. El único aspecto donde Eulen arrolló a la Asociación Pablo Montesinos fue en la propuesta económica: presentar la oferta más barata a la Comunidad de Madrid fue premiada con el máximo de 45 puntos, frente al 10,49 de la empresa a quien sustituye.


“Nos parece increíble que la CAM haya apostado por el proyecto educativo de quienes, precisamente, han suspendido en todos los aspectos educativos del baremo”, se quejaba ayer Mónica, madre de uno de los alumnos, y que ve con “gran preocupación” el futuro de sus hijos en aspectos tan elementales como la “calidad de su formación, la atención que van a recibir nuestros hijos o, incluso, el servicio de comedor, ya que, al parecer, los niños van a comer de catering y no como ahora, pues la escuela dispone de personal de cocina propio”.

“Nos tememos que este cambio va a suponer que no podamos participar activamente en la educación de nuestros hijos”, dijo otra madre, para la que la escuela Platero funciona organizativamente “como una gran familia”.


Consultadas por Diario de Alcalá, fuentes de la Consejería de Educación aseguraron que en el concurso “se han respetado los baremos que marcaban las bases del concurso” y que Eulen gestiona “una treintena de escuelas infantiles en todo el país”.

Fernando Escudero.