miércoles, 27 de julio de 2011

Otra de opiniones...

Centrar el debate en sobre si queremos mantener privilegios o puestos de trabajo es una visión muy simplista sobre el problema que se nos viene encima y nada relacionada con alguien que presume de conocer este mundillo.

Partamos de la base de que en todos lados cuecen habas, por lo que no me voy a poner a particularizar sobre ciertas cosas, si no que voy a plantear el debate de la Educación Pública, tal cual, que es lo que se está demandando.

  • 1er golpe mortal asestado: la eliminación de la hora de tutoría tal como la conocemos. La hora de Tutoría con el grupo tiene una gran utilidad: se trabaja con los alumnos dinámicas de grupo, técnicas de estudio, y los problemas/sugerencias con respecto a su vida en el centro. Es muy difícil (especialmente con los alumnos de 1º de la ESO) que verbalicen ciertas quejas, y si se sienten más arropados por sus compañeros, las plantean con mayor facilidad. He estado leyendo estos días artículos sobre las tutorías "personalizadas". Los tutores atienden personalmente a sus alumnos en infinidad de ocasiones: cambios de clase, recreos, séptimas horas. Por otro lado la labor de orientación académica con los alumnos (no con los padres) se hace en esa hora. Es cierto que en 1º de ESO poca diversidad puede haber, pero ya se puede ofrecer información sobre optativas, las salidas de PCPI, los cursos de Diversificación, los Itinerarios de 4º de ESO (y su continuación), Ciclos Formativos, Bachillerato... ¿cuándo vamoa a hacer esto ahora?
  • 2º golpe mortal: disminución de efectivos. Estas disminuciones de personal repercuten directamente en la atención al alumnado porque los alumnos cuyo ritmo de aprendizaje es más lento se ven sobrepasados por el ritmo del resto de sus compañeros. Estos alumnos necesitan otra manera de abordar los contenidos, otro ritmo de trabajo... y, cuando tienes a un alumno así en clase, te las puedes arreglar mejor o peor (preparas fichas y trabajo para él, le atiendes mientras el resto trabaja en otros ejercicios, pero ya necesitas de la colaboración del propio alumno, que no olvidemos que es un niño). Sin embargo, lo normal es encontrar varios alumnos así por aula (cuando se hacen los grupos como hay que hacerlos, sin discriminar por nivel académico), y entonces es más efectiva la medida del desdoble, el grupo flexible, el profesorado de apoyo y compensatoria, etc. Al quitar efectivos, se pierde esta posibilidad. Y no olvidemos que al dedicar tiempo a estos alumnos, se lo estamos "robando" a los alumnos de ritmo "normal", por lo que, sin querer, estamos rebajando el nivel de sus conocimientos.
  • 3ºgolpe: la gran mentira de las horas. Dice la Consejería que para cubrir estas disminuciones de personal, aumenta la cantidad de clases que debe impartir un profesor a la semana, generalizando en que todos damos sólo el mínimo de horas (18). Pues esto es más bien mentira, ya que muchos hemos dado más de 18 horas durante los últimos años para poder conseguir desdobles extra (normalmente sólo se consiguen desdobles para Lengua, Matemáticas o Inglés, pero no para Laboratorios). ¿Qué ocurre ahora? Que al haber menos compañeros, estos desdobles extra dejan de serlo y pasan a ser clases normales, con cantidades de alumnos que a veces superan el número máximo permitido por una ley ESTATAL, autorizado por una firmita de Inspección Educativa (y esto cuando, en el mejor de los casos, tienes la suerte de que la orden sea dada por escrito), en vez de autorizar un grupo más, que es lo que exige la Ley. Pero es que no es real incluso lo de impartir sólo 20 horas, pues, dependiendo de las horas de clase a impartir por niveles, se "cerrará" a 20 o a 21 horas de clases. Quienes quieran un desdoble de laboratorio también cerrarán a 21 horas de clase... 21 horas... Parecen pocas para trabajar, ¿verdad? ¿Estas son las únicas horas que trabaja un docente (de Secundaria, en Primaria son 25)? Pues no, además debemos hacerlo durante las horas complementarias. Estas horas, a parte de aquellas en las que damos clase, se deben dedicar a guardias (omito explicar para qué sirven esas guardias porque creo que todos sabemos cómo son) y otras tareas. El número de estas horas complementarias disminuye conforme pasamos de las 18 de clase, y las empleamos en ponernos de acuerdo entre los compañeros del departamento (diseñando actividades del área y garantizando unidad en los niveles), en fomentar acuerdos interdepartamentales (actuaciones concretas de todo el centro, cómo abordar circunstancias especiales sobrevenidas y ver cómo se desarrolla el funcionamiento del centro), en atender a los padres durante el horario del centro, etc. Ahora, si hacemos cuentas, conforme estas instrucciones de inicio de curso, una persona con 20 horas de clase más sus 3 horas de guardia (por ley esta es la cantidad mínima de guardias) sólo dispondrá de 2 horas más en el centro para todo lo anterior, y si es tutor, con este nuevo sistema, puesto que una queda para atender a alumnos a séptima hora y otra para reunirse con el departamento, no podrá reunirse con los padres de sus atutorados. La CM además dice que no es necesario que se reunan los tutores de un mismo nivel con del departamento de Orientación (no es que sea necesario, es que con estas órdenes es imposible). ¿Usted lo cree así? Yo no. Pues a parte de estas 25 horas que esta persona va a estar en el centro, según lo que ya le he explicado, debe trabajar otras 5 horas más, en su casa, eso sí, pues son horas no presenciales, que empleará para revisar cuadernos (para lo cual tendrá que llevárselos a casa, y 32 cuadernos pesan lo suyo), proponer tareas para cada grupo, preparar las clases en cada grupo (o más bien la metodología para impartirlas, bajando al nivel del alumnado, haciéndolo atractivo y asequible, para que aprendan mejor, y a veces no vale preparar lo mismo para grupos de igual nivel, pues cada grupo es único, como sus alumnos) , buscar tareas que motiven al alumnado, buscar recursos y diseñar otras actividades extraescolares con ayuda de otros departamentos... A eso hay que añadir preparar y corregir actividades de evaluación, poner faltas de asistencia y justificarlas, enviar comunicados a las familias, asistir a juntas de evaluación y claustros (algunos incluso consejos escolares). No sé a usted, a mi cinco horas semanales para todo esto me parecen pocas, por eso siempre trabajo más de esas cinco en casa. Si se fichara (mañana y tarde) habría que ver cómo quedaba la calidad de la enseñanaza, pues estamos hablando en realidad de una hora "extra" al día más, pero en casa. Por cierto, no incluyo en este cómputo las horas que personalmente cada docente emplea en mejorar su formación, porque no son de obligado cumplimiento.
Estos son los argumentos por los que creo que se está machacando a la Educación Pública. Si bien, es cierto que hay otras cuestiones a abordar, porque la Pública no está en el mejor de sus momentos.
Le comento, a continuación, sobre el problema que hay con los asuntos disciplinarios en algunos centros públicos (y que son, junto con la calidad de conocimientos, lo que más suele preocupar a los padres). Hay varios aspectos sobre lo que trabajar para lograr un ambiente de disciplina que permita dar las clases con normalidad
  • Primero: en los centros. Los centros masificados son carne de cañón para tener problemas: los alumnos problemáticos quedan impunes de sus acciones muchas veces porque no se les puede identificar (reconozco que es triste usar vocablos casi más propios de la policía que de educación, pero es así). Otras veces porque no se actúa con contundencia cuando el alumno es "problemático" bien por él mismo o por su familia. ¿Cómo se solucionaría esto: con equipos directivos implicados que apliquen las sanciones conforme a su reglamento de régimen interior. ¿Se preocupa la Administración de ello? NO. La manera de elegir a estos equipos rara vez tiene que ver con su capacidad para desarrollar sus funciones, y sí mucho con amiguismos. Esto es un Problema, sí, con mayúsculas, que hay que corregir. Propuesta: volver al sistema democrático del Consejo Escolar, donde tienen cabida todos los representantes de la Comunidad Educativa. Un Equipo Directivo que funcione velará por la disciplina en el centro y actuará conforme deba hacerlo, mirando siempre el bien de la mayoría, y no suavizando sus actos por ser el alumno quien es. Cuando se trata igual a todos los alumnos, nadie se atreve a esgrimir la discriminación como excusa.
  • Segundo: en la Administración. Inspección educativa actúa movida la mayor parte de las veces por evitar problemas. ¿Cómo se evitan problemas? Evitando expulsiones, pues los padres las protestan con el argumento de la conciliación de la vida laboral, y sanciones fuertes. ¿Qué podemos hacer para solucinar esto? En mi humilde opinión, empiezo a hartarme de oir hablar de mediación, gestión del conflicto y conceptos similares. Hay actos que merecen una sanción ejemplar, rápida, coherente y contundente (expulsión, reclamaciones de daños, etc). Por ejemplo, no se puede sancionar a un alumno que pega a otro con copiar el RRI... ¿Cuál es la solución? La Administración debería dejar que los centros actuasen con libertad en el tema disciplinario, devolviendo su importancia y poder a la comisión de convivencia y disciplina de los consejos escolares. Si no es así, ni sirve para nada el decreto 15/07, de convivencia, ni sirve la ley de Autoridad que estamos esperando todos los docentes que algún día a alguien le de por desarrollarla, pues sirve lo mismo que un post-it.
  • Tercero: la opinión pública. Esto jamás de los jamases lo vamos a arreglar. Para el gran público, los profesores de la concertada, son mejores que los de la pública, pues los funcionarios, en general, somos sanguijuelas, vagos, casi maleantes, y no tenemos ni idea de lo que hacemos (nos habrán dado la plaza a dedo o con un jamón). Los chavales nos importan poco o nada, sus familias menos aún, y no intentamos jamás implicarnos en nada. No hemos actualizado nuestra formación (bien es cierto que la Administración cada día nos lo pone más difícil) y no nos preocupa nada, salvo embolsarnos nuestro sueldo a final de mes. Bueno, como dije al principio, hay de todo en todos lados. El típico comentario de "Este en la empresa privada duraba dos días..." Pues conozco gente en la empresa privada que es lo que popularmente se llama "un jeta" y ahí siguen, progresando con el arrivismo, o sea, que es un mal que nos alcanza a todos. La única manera de arreglarlo es lograr que los jefes ejerzan de jefes dentro de esta parte de la Administración, siempre que lo hagan acorde a criterios profesionales, y articular un sistema de acceso a la función pública que permita discriminar quiénes sirven para dar clase y quiénes no. También hay que lograr motivar a aquellos profesores que no lo hacen para que actualicen su formación, adquieran estrategias nuevas y no hablo de dinero, sino de otros reconocimientos que a la Administración le salen gratis y a los ciudadanos no NOS cuesta nada: baremo.
Todo esto que argumento, hace de los centros de Educación Pública, cuando se cumplen estas condiciones, centros de calidad, donde todos los sectores se encuentran motivados, activos y agusto en su papel.

Como conclusión, argumento: cualquier superficie tiene su apoyo más estable cuando tiene 3 puntos de apoyo. Si de esos tres puntos, falla uno, tarde o temprano caerá.
Simplemente estamos reclamando tener estos tres apoyos, creo yo.

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